
Sonic es quizás uno de los grandes protagonistas de la era de los 16 bits que más sufrió la crisis de la transición a las tres dimensiones, sin encontrar una identidad real durante años, a diferencia de su famosa némesis de Nintendo.
Si en la consola doméstica los resultados han sido mixtos, las versiones portátiles del erizo azul hasta ahora han podido mantener esa sensación típica de la serie original, también gracias a la elección de mantener principalmente el entorno bidimensional. Con la llegada de Nintendo 3DS Sin embargo, las posibilidades informáticas que ofrece la consola nos han permitido aventurarnos en títulos más avanzados técnicamente, tanto que con este Sonic: mundo perdido, se decidió desarrollar un juego que siguiera de cerca la versión para Wii U (del cual podéis leer la reseña aquí), que desde el momento de su presentación como parte de un tríptico de exclusivas realizado en SEGA, ha atraído la curiosidad de todos los fans de Sonic.
El nuevo Mundo
Sonic: Lost World ve el regreso de Sonic y su fiel compañero Tails, una vez más lidiando con el eterno rival de todos los tiempos, el Dr. Eggman, quien a pesar de las amargas derrotas del dúo inseparable, continúa inexorablemente su intento de conquistar el mundo. Durante una larga persecución, sin embargo, el avión de Sonic se estrella en un continente misterioso, conocido como elLost Esamondo. Y aquí es donde comienza la nueva aventura de Sonic, una vez más con el objetivo de detener el avance de Eggman y su nuevo ejército, las seis nefastas y poderosas criaturas bajo su control. La intervención del puercoespín, sin embargo, resultará más apresurada de lo que debería, y una vez liberados del poder de Eggman, revelarán su naturaleza malvada, lo que obligará a Sonic y al archienemigo de todos los tiempos a trabajar juntos para restaurar la paz en el Hexamond. Esta versión para Nintendo 3DS nació como una versión paralela a la diseñada para Wii U, proponiendo temas y elementos comunes de la trama pero con un nivel de desarrollo alternativo, manteniendo diferentes puntos de contacto con la hermana mayor.
Entre toda la naturaleza de los niveles, la primera gran novedad de este capítulo de Sonic que abandona la linealidad de los largos caminos para ser afrontados a toda velocidad para abrirse a una estructura formada por largos conductos, sobre los que se desarrollan todos los niveles. , que ofrece a los jugadores secciones de plataforma y áreas más amplias para resolver simples acertijos ambientales.
Esta nueva fórmula de juego ralentiza considerablemente una jugabilidad que siempre se ha basado en el principio de correr, donde el jugador debe elegir en el momento adecuado el punto donde dar el salto y tomar una de las encrucijadas propuestas. Básicamente esta estructura se ha mantenido, pero con un desarrollo de 360 grados en el eje del camino, mientras que al jugador se le ofrece más libertad para elegir el camino a seguir, animándolo a buscar cada pasaje o secreto escondido dentro del nivel. Las secciones de plataforma más relajadas en cambio ofrecen una estructura basada en la verticalización de los entornos, con un Sonic obligado a saltos y acrobacias dignas del mejor atleta de parkur, entre walljump y correr por la pared desafiando fácilmente la fuerza de la gravedad. Los niveles de desplazamiento lateral 2D son imperdibles, definitivamente más clásicos (a pesar de algunas novedades también vinculadas a la repentina rotación de los escenarios) y que nos recordarán lo rápido que puede correr el querido Sonic.
¿Inspiración o falta de ideas?
De vez en cuando, los niveles también dejan espacio para que se resuelvan algunos acertijos simples para continuar en la aventura, algunos de los cuales recuerdan un juego casi con fuerza arrancado del pasado por otro título de Sega, el nunca demasiado elogiado Billy Hatcher, donde Sonic tendrá que rodar cuando una bola de nieve cuando una fruta hacia ciertos objetivos, a fin de abrir nuevos caminos. También estarán los famosos niveles de bonificación, en los que será posible obtener una de las siete esmeraldas del Caos, tras una cuidadosa recogida de una determinada cantidad de orbes especiales dentro del límite de tiempo. En estas etapas entrarán en juego los sensores de movimiento de la consola, que nos permitirán controlar a Sonic a 360 ° simplemente moviendo la consola en la dirección deseada. Algunas situaciones incluso le guiñarán un ojo Mario Galaxy, con niveles que recuerdan a los planetas visitados por el plomero bigotudo, incluso proponiendo una pelea de jefes que se parece mucho a la que tiene el Dino Piranha presente en el primer capítulo de Galaxy.
Sonic: Lost World ve el regreso del poder de los colores, ya en el corazón de la mecánica de Colores Sonic, que en la línea de tiempo de los distintos capítulos de Sonic lo ubica como una secuela casi directa. Bastará con encontrar uno de los seis Wisp dentro de los niveles, el cual, activado mediante el uso de la pantalla táctil, desatará su poder permitiendo a Sonic usar habilidades especiales que lo transformarán, por ejemplo, en un poderoso taladro capaz de moverse fácilmente bajo el agua o crear pasajes en el suelo o incluso convertirse en un asteroide capaz de succionar a todos los enemigos y obstáculos que se encuentran frente a él.
Perdido en acción
Si el desarrollo del título para Wii U se encomienda al Sonic Team, esta versión reducida vuelve a ser obra de Dimps, que ya se había ocupado de las anteriores versiones portátiles de Sonic. En la fase de desarrollo, sin embargo, algo parece haber salido mal y todas las buenas ideas detrás del juego (y la versión de Wii U) aquí adquieren un aspecto confuso y forzado. La impresión que uno tiene al enfrentar los distintos niveles en sucesión es que el deseo de insertar diferentes elementos en el juego ha afectado negativamente la calidad, haciéndolo todo mediocre y poco completo.
Un ejemplo llamativo son precisamente los poderes del Wisp, que no aportan nada al nivel de jugabilidad, volviéndose en algunos apartados completamente irrelevantes para la acción. La acción del juego también se ve afectada, que por las obvias limitaciones técnicas de la consola no consigue replicar el buen trabajo realizado en Wii U en cuanto al diseño de niveles, que aquí parece plano y banal. Los tramos de plataforma son de poca utilidad, que por una cámara virtual mal diseñada y que te impide percibir las distancias correctas, son difíciles incluso en el más simple de los saltos. Esto también se debe al sistema de control no exactamente limpio, que no garantiza la precisión milimétrica que el juego suele requerir durante las fases 3D. También es molesto el sistema vinculado al lock-on de los enemigos que se activará cuando estemos lo suficientemente cerca para poder acertar con un ataque aéreo o un ataque paralizante. Hasta ahora nada diferente de lo habitual; el problema ocurre cuando hay varios enemigos en la pantalla, creando confusión sobre a qué enemigo golpear. En estos casos, de forma completamente automatizada, el juego decidirá a quién eliminar, con resultados muchas veces poco convincentes, que provocarán caídas repentinas en oídos sordos o sensacionales vueltas forzadas.
Incluso la rotación de los niveles, que de por sí está bien integrada en el sistema de juego, a la larga muestra unos límites siempre debidos a la cámara, que para ocultar problemas de popup conspicuos en los elementos que componen el nivel, limita la visión de el horizonte, reduciendo así la parte del camino que se puede vislumbrar y provocando muertes súbitas o impactos contra obstáculos que en otras situaciones hubieran sido evitables. Ni siquiera las infames peleas de jefes son capaces de mantener el ritmo del juego, con peleas que se pueden resolver en unos momentos y nada estimulantes.
El juego más allá de la aventura
Una vez finalizada la aventura, que se puede completar en unas pocas horas, será posible volver a jugar los distintos niveles, intentando mejorar la puntuación obtenida o recogiendo los distintos Anillos Rojos bien escondidos dentro de los distintos niveles. Los amantes de las carreras de velocidad, por otro lado, podrán disfrutar de un modo Tiempo de ataque, en el que será posible crear sus propios registros y publicarlos online para presumir de los resultados obtenidos. Sonic Lost World también ofrece un modo versus tanto localmente como en línea, que permite a varios jugadores competir en carreras de velocidad o en batallas de último nivel. El modo de descarga es útil, aunque limitado a algunos niveles, lo que permite que un segundo jugador participe en el desafío sin tener una copia del juego, descargando una parte del software útil para el juego en su consola. En esta versión para Nintendo 3DS también encontramos el'Taller de Colas, un apartado en el que crear modelos radiocontrolados utilizando algunos objetos recolectados al completar los niveles y que brindará apoyo a Sonic en caso de dificultad, otorgándole algunos poderes como la invencibilidad, eliminando enemigos adyacentes por él o, en caso de repetidos muertes, proporcionándole vidas adicionales. Esta característica adolece de los mismos problemas relacionados con los poderes de los colores, ya que apenas sentirá la necesidad de ir y activar ni siquiera uno de los modelos construidos, debido a un nivel de desafío establecido hacia abajo que hace que el jugador desista de usarlo. Estos modelos también se pueden enviar a la versión de Wii U y un segundo jugador los puede usar en la versión doméstica durante las partidas cooperativas.
La técnica de la velocidad
El primer impacto con Sonic: Lost World es bueno. Técnicamente se trata de un título colorido, bastante rico en elementos de contorno y estructuralmente sólido; en definitiva, un sector gráfico honesto para la consola en la que se ejecuta. A medida que nos adentramos en el juego, las fallas aparecerán una por una. Además de la citada cámara, que sirve para enmascarar el popup que aflige al título en determinadas situaciones, el motor suele mostrar sus límites, provocando que la velocidad de fotogramas colapse especialmente en situaciones de hacinamiento o en caso de que decidas activar el 3D estereoscópico. Por otro lado, la compresión de los videos que intercalan el juego entre un nivel y otro es desastrosa, los cuales para ser insertados en el cartucho del juego han sido sometidos a un trabajo de archivo de calidad, granulando la imagen de las películas CGI para realizarlas. molesto de ver.
Por otro lado, la parte de audio es agradable, con numerosas canciones que arreglan los temas de Sonic, que se acompañan de nuevos temas llenos de ritmo y que hacen bien su trabajo de acompañamiento. En la versión 3DS de este nuevo capítulo, se pierde la posibilidad de elegir la actuación de voz original de Sonic.
Veredicto 6.5 / 10 ¿Es la estafa portátil de Mario Galaxy? Comentario Lamentablemente Sonic: Lost World en esta versión para 3DS no es del todo convincente. La carrera de Sonic se detiene por los numerosos elementos insertados, que en lugar de hacer que tanto la jugabilidad como las situaciones del juego sean variadas, parecen desechadas y poco detalladas. Incluso el cuidado puesto en el sistema de control y en el uso de la cámara necesita una revisión, trayendo consigo problemas ahora conocidos por Sonics tridimensionales y que requerirían un replanteamiento estructural. Por último, pero no menos importante, informamos una representación gráfica socavada por algunas incertidumbres debido a las limitaciones técnicas de la consola. Un título para los amantes acérrimos del puercoespín azul que no pueden prescindir de su mascota ni siquiera fuera de casa. En la situación de elección, el consejo que podemos darte es que te centres en la versión de Nintendo Wii U, mucho más satisfactoria y bien empaquetada. Pros y contras ✓ Adecuado para partidos de golpe y fuga
✓ Distorsión de la mecánica clásica de Sonic
✓ Implementación técnica convincente ... x ... aunque no sin varios defectos
x Controles a revisar
x Numerosas ideas subdesarrolladas